Mascarillas infantiles FFP2: ¿Son las mejores para los niños?
Muchos estudios han demostrado la efectividad de las mascarillas FFP2 para la protección respiratoria de los adultos, pero… ¿y en los niños?¿Son igual de efectivas? A continuación te contamos las claves para distinguir las que lo son de las que no.
¿Qué diferencias hay entre las mascarillas FFP2 infantiles y sus hermanas mayores?
Cuando se trata de nuestros pequeños y de nuestras pequeñas toda precaución es poca, y por tanto no es de extrañar que los padres y las madres de los niños y niñas quieran saber cuales son las mejores mascarillas para una verdadera protección. Y esto dependerá de varios factores.
Las mascarillas para niños y niñas, al igual que ocurre con las de adultos, deben ser homologadas para garantizar unos mayores niveles de protección. La homologación que ha mostrado mejores resultados es la FFP3, pero estas mascarillas son menos asequibles y teniendo en cuenta el uso prolongado de las mismas, para muchas personas se vuelve inaccesible en exceso. Las siguientes en términos de protección son las mascarillas FFP2, con una capacidad de filtrado del 95% según tests de laboratorio. Esta es una magnífica opción en términos de calidad de protección-precio.
Partiendo de la base de que las mascarillas infantiles deben ser homologadas para cumplir con su función protectora, el siguiente aspecto a analizar, y en el que si se distinguirán de las mascarillas para adultos es en su tamaño. Las mascarillas infantiles FFP2 están adaptadas a los tamaños faciales de los niños y niñas, y este es un punto esencial, ya que toda la capacidad de filtrado de la mascarilla homologada servirá de poco si esta no se ajusta perfectamente al rostro de quien la lleva. En el caso de los niños y niñas encontramos muchas mascarillas que se les quedan grandes provocando así la entrada de aire por recovecos de la cara.
Para ello es muy recomendable, que además de ser de talla infantil, estas mascarillas estén fabricadas en diseño 3D para una mayor adaptabilidad a la ergonomía facial de los más pequeños. Por otra parte, es esencial, en el caso de organismos en desarrollo, como es el caso de los niños y niñas, que la mascarilla que usen tenga una alta capacidad de filtrado del aire limpio, de este modo evitaremos que el uso de la mascarilla pueda generar cualquier tipo de problema por una indebida oxigenación.
Por último, y en este sentido, es muy recomendable aprovechar los periodos en que no llevan puesta la mascarilla para realizar ejercicios de respiración profunda, a fin de oxigenar en compensación el organismo de nuestros pequeños.