La alergia a las gramíneas en niños: Un alérgeno camaleónico
La alergia a las gramíneas en niños es más común de lo que parece. Se estima, en base a los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, que de cada 4 niños españoles, 1 es alérgico a la gramínea. Las gramíneas cuentan con una familia de más de 80 géneros y cerca de 12100 especies reconocidas. A estas increíbles cantidades, se le debe sumar además, que gran parte de la dieta humana está basada en el consumo directo o indirecto de estas plantas herbáceas. Podemos poner el ejemplo del trigo, que pertenece a las gramíneas y puede ser consumido directamente (en harinas, panificados, pastas, etc.) o indirectamente (muchas especies animales usadas para la industria cárnica comen trigo u otras gramíneas). Es por ello que podemos encontrar la gramínea o sus restos en numerosos alimentos, desde los cárnicos, lácteos, o huevos entre otros. Los niños están por tanto expuestos a estas plantas a diario, ya sea directa o indirectamente.
Síntomas de la alergia a las gramíneas
Podemos detectar la alergia a las gramíneas en niños si estos presentan estornudos, picores nasales, de oído, lagrimeo, piquiña cutánea, tos o dificultades respiratorias. Si no son debidamente prevenidas o en su defecto atendidas estas alergias pueden provocar en los niños enfermedades como la rinitis, la dermatitis, la conjuntivitis o el asma. Es por ello esencial detectarla a tiempo y actuar en consecuencia.
¿Qué podemos hacer?
- En primer lugar, es conveniente informarse sobre los niveles polínicos de gramíneas presentes en el organismo del niño. Puedes consultar esta información mediante apps móviles diseñadas específicamente a tal efecto.
- Evitar las salidas al campo o el contacto con el cesped, especialmente en la estación de primavera.
- Fortalecer el sistema inmunológico de los niños mediante una alimentación sana, rica en antioxidantes y vitaminas que se encuentran naturalmente contenidos en la fruta, la miel, o ciertas infusiones herbáceas.
- Proteger las vías respiratorias y oculares usando gafas y mascarillas pediátricas homologadas o filtros nasales (en caso de ser los niños mayores de 7 años). Concretamente recomendamos las mascarillas clasificadas como KN95 por su alto nivel de filtrado.
- Realizar limpiezas nasales con agua de mar o suero fisiológico.
- Cerrar ventanas durante la tarde-noche y ventilar por la mañana.
Toda la información presentada en este artículo pretende ayudar a prevenir la aparición de los síntomas de la alergia a las gramíneas en los niños, pero en ningún caso sustituye la valoración o el tratamiento médico.