La fiebre del Heno en los niños: Síntomas, consejos y soluciones.

La fiebre del Heno en niños es un fenómeno bastante común que a menudo es confundido con resfriados o gripes. Si se conocen los síntomas puede identificarse y prevenirse para mejorar la calidad de vida de niños y niñas.

¿Qué es la fiebre del heno?

Durante nuestros primeros años de vida nuestro organismo se encuentra en un proceso de particular autofortalecimiento, conociendo los agentes patógenos externos e internos, y aprendiendo a combatirlos. Por ello son habituales los síntomas corporales que evidencian las pugnas internas de nuestro sistema inmunológico tales como el moqueo, la fiebre, la irritación ocular, la congestión, la tos o la fatiga entre  otros. Habitualmente estos síntomas se han achacado popularmente a resfriados, pero a menudo responden a otras causas que pueden ser prevenidas para mejorar la calidad de vida en niños y niñas.

Entre una de estas posibles causas encontramos la fiebre del heno o rinitis alérgica estacional. Esta enfermedad se produce como consecuencia de una intolerancia o alergia a ciertos alérgenos presentes tanto en espacios exteriores o interiores como puedan ser el polen, los ácaros del polvo, la saliva o la caspa de perros, gatos y otros animales con pelo o plumas.

Esta afección, que a menudo pasa desapercibida, puede empobrecer la calidad de vida de nuestros hijos y dificultar su rendimiento en la escuela, así como sus relaciones con los acontecimientos del día a día. Si sus causas no son reconocidas se puede pensar que nuestros hijos tienen alguna carencia nutricional o debilidad del sistema inmunológico por enfermar periódicamente. Pero dichos periodos coincidirán se sepa o no, con la exposición a los agentes alérgenos antes mencionados.

 

¿Cuales son los síntomas de la fiebre del heno en los niños?

Entre los síntomas más comunes encontramos en los niños:

 

• Estornudos
• Tos
• Irritación de los ojos (conjuntivitis alérgica)
• Moqueo
• Congestión nasal
• Picores en garganta y nariz
• Fatiga
• Hinchazón de determinadas zonas cutáneas

 

 

Una nueva solución para la fiebre del heno en niños.

Popularmente se ha dicho que la mejor defensa es un buen ataque. Nuestro organismo genera defensas contra las sustancias que considera perjudiciales y en ocasiones puede usar refuerzos externos a través de antihistamínicos u otros medicamentos. Pero… ¿y si evitásemos que dichas sustancias entrasen al organismo? Para ello presentamos los filtros nasales de NOSK. Una solución eficaz que nos permite respirar únicamente el aire limpio impidiendo que elementos como el polen, el polvo o incluso la polución puedan acceder a nuestras fosas nasales. Quizás podríamos tomar otra parte del refranero popular, aquella que dice: la mejor forma de ganar una batalla, es evitándola.

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